Castilla, vastas llanuras en las que se pierde la mirada. Castellanos de mirada profunda y escasas palabras.
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¡Castilla y lo castellano! Muy bueno este pequeño microrelato.
ResponderEliminarCastilla cegadora, sol de pizarra, a mediodía ni las chicharras tiene piedad del viajero; Benjamín Palencia plasmó fielmente, con la rudeza sacada del propio rastrojo, la aspereza de esparto que asolana cualquier posibilidad de encontrar piedad para sus ojos, tal es el brillo abrasador, que el viajero cree hallar en el horizonte lejano. Por la terrible estepa castellana, y al destierro con doce de los suyos, ¡polvo, sudor y yerro, el Cid cabalga!NG.