Palabras

Para luchar contra el olvido, solo tengo palabras.


Palabras que crearon sueños, palabras de las que surgió vida.

Palabras que pintaron caminos a nuestra alma, que descubrieron pasiones y miedos, que enlazaron poesías con espumas de algas.

Palabras dulces o amargas, afiladas como espadas. Palabras que abrazan y luego escapan.

Palabras que lloran, suplican, palabras en las que apoyarme cuando me falta la calma.


Hay palabras que narran un mundo, palabras que rompen su cáscara para ser otra cosa.

Palabras que fluyen como sangre de mercurio, que arrastran sin piedad mi cordura.



… palabras que sin querer, dañan…


Necesito las palabras…

leídas mil veces, aprendidas a fuerza de lágrimas.



Palabras que pasaron de ser presente y futuro, a solo pasado.

Vivo de palabras, respiro las palabras, siento las palabras como si fuesen ciertas…

¿Dónde está la verdad?



Pues las palabras son rameras que juran amor, y luego se van, por eso hay que atar las palabras, sujetarlas al papel para que no las arrase el viento. Para no perderlas… para jamás olvidarlas.

Lo que no escribo se escapa.

Hasta las palabras escondidas tras las pantallas, palabras que nadan en la música o en los cuadros,
palabras traidoras que se pierden para siempre en mi memoria… sin poder evitarlo.

Hay palabras hermosas, palabras calladas que me acarician el alma, palabras que apenas sugieren lo que aman. Suaves murmullos de plumas blancas,
Hay también palabras que resuenan con fuerza, que gritan o cantan. Palabras escritas con furia, cristales rotos que rasgan y matan.

Y otras palabras que se ocultan y que tengo que levantar despacio… para no espantarlas.
Hay palabras que mueren antes de poder plasmarlas, y palabras que me devuelven la vida.

Palabras inacabadas y palabras que espero con angustia, que necesito para respirar.

Palabras que no brotan, aunque estén, que no nacen, aunque existan.

Palabras que olvido,y otras que siempre estarán.

Dame una mirada y tus palabras…

… y seré.